TRANSFORMACIÓN ARQUETÍPICA DE LAS CONSTELACIONES

SERIE: TRANSFORMACIÓN ARQUETÍPICA. CÓDIGOS DE LA NUEVA HUMANIDAD
Presentamos una serie de narraciones que se desarrollarán en la Nueva Tierra, historias sobre los procesos de transformación de la conciencia humana, relatadas por sus protagonistas. En estos relatos llenos de intención en la consecución de un nuevo paradigma, podremos sentir la gran capacidad humana, donde el amor incondicional, es el reflejo del duro proceso experiencial realizado.
Agradecemos que la información sea compartida. Equipo Seshat

Introducción Meditación Luna en Tauro – Serie: Transformación Arquetípica


Continuando con el trabajo de transformación arquetípica de cada una de las doce constelaciones, nos introducimos, en esta ocasión, en los entresijos de las energías de Tauro y por tanto de su opuesto Escorpio, quien le otorga la totalidad.
Cuando el Ser Humano decide entrar en sus profundidades, pueden ocurrir que se desencadenen diferentes circunstancias, todo dependerá, lógicamente de su personalidad pero sobre todo de sus experiencias. Tener la osadía de mirar más allá de lo aparente, no es algo que para muchos sea fácil. El motivo es que hemos crecido en una sociedad que por causas que van más allá de nuestro entendimiento terrenal, nos ha desconectado de lo no aparente, es decir de la sabiduría que se halla más allá de lo visible.
Siempre han existido grandes imperios que han caído y han hecho que otros puedan nacer. Es la Ley de la vida y la muerte -perfecta en sí misma -. Cuando Tauro decide, crear algo NUEVO de verdad, rompiendo con todo lo establecido hasta el momento, tiene que hacerse consciente de todo lo que está caducado y diferenciarlo de lo que tiene que perdurar. Mirando atrás, podemos constatar que nunca NADA prevalece inmutable ni inalterable, TODO absolutamente todo, nace, se desarrolla y muere. Esto incluye el Poder Económico. La muerte nos permite reinventarnos de nuevo, para avanzar y estar cada vez más cerca de aquello que realmente somos, no del personaje que creemos ser. Todas las muertes son una oportunidad para volver a empezar, no un final. En nuestras vidas morimos constantemente avanzando por nuestras etapas. Muere la infancia para dejar pasar a la adolescencia, muere la adolescencia para dejar pasar a la madurez y cuando llegamos a la vejez nos damos cuenta de que quizás nos gustaría tener una segunda oportunidad. No tenemos una segunda, sino muchísimas oportunidades para empezar de nuevo en este precioso y gran viaje que es la vida, en el cual todos estamos como Ulises intentando volver a Ítaca, de dónde venimos. A la fuerza taurina, le cuesta deshacerse de actitudes, cree que tiene que luchar contra algo que desea aniquilarle, cuando lo cierto es que sólo tiene que dejarse llevar por la corriente. Aunque en ese momento, en el que estamos viviendo el acontecimiento no tengamos entendimiento del efecto desencadenante. Esa es la magia de la vida. Todo muere. Todo perece para dejar paso a lo nuevo. Ese paso es la consciencia, cuando nos hacemos conscientes de algo, en realidad lo anterior ya ha muerto. Entonces, la resistencia de Tauro a la muerte, será algo de su pasado.
Tauro, relacionado con el elemento Tierra, tiene el hábito de caminar, despacio, lenta y cómodamente, imbuido en menesteres que siempre confirman su perseverancia. En su inestimable bravura, coteja habitualmente todo, con el fin de no caer en algo que escape a su control. Este es el modo que tiene de asegurarse que no tiene que esforzarse en repetir nada.
La embestida del Toro autoconsciente y elevado, tiene connotaciones en demasía relevantes a lo largo de la historia del hombre, pues después de haber asentado las energías, dándoles estabilidad y conservándolas, no tiene impedimento en desmoronarlas, evidentemente, no con rapidez, pero sí con eficacia, cuando lo no esencial y obsoleto tiene que ser renovado por lo verdaderamente digno de ser perdurable. Ahora ya sabe cuando algo tiene que morir.
Por tanto, cuando la obcecación se transforma en Luz, tiene la capacidad de ver mucho más allá de lo visible. Cuando su orgullo y opulencia son denostados, es capaz de dar paso a su gran proyección y creatividad, puesta al servicio de todos, por y para embellecer y subliminar todo lo que es, en verdad.